Semana relativamente tranquila.
En Bangui, la capital, han
comenzado a desarmar a los rebeldes. Que, como por encanto, desde hoy a mañana
han desaparecido de las calles... El desarme se ha hecho con bastante seriedad,
pero ¿quién corre el peligro de impedir a los rebeldes que se escondan? El miedo es que, pasada la tormenta, los
rebeldes reaparezcan con las armas escondidas y continúen con su tran tran, con
disparos, violencia, robos y saqueos...
El viernes fui a Ndim, a 165 km de Bozoum. Al pasar por Bocaranga, una
moto con tres rebeldes nos sigue, nos pasa tocando el claxon, nos mira y se
marcha... probablemente creían encontrar otras personas. A la salida de Bocaranga, hay una barrera. Me
paro, y me dicen que espere porque alguien de Bocaranga tiene que llegar. Le
pregunto quién es esa persona... !?!?!? Pero no lo sabe !?!?!? Llega otro de
los rebeldes, y me dice, bruscamente, que tengo que esperar y que debo respetar
el "derecho". Le pregunto: "¿Qué derecho? El único que tiene es
el del fusil que tiene en las manos, y ningún otro..."
¡Se enfada! Me dice: "Y
ahora, ¿por qué te has parado?" Le respondo: "Porque tienes puesto un
madero en el suelo y no puedo pasar...". Al fin se aburre y me deja pasar...
Tengo la impresión de que los tres o cuatro ángeles custodios que me
acompañan (tengo amigos que me prestan su...) están aquí con sus cabellos
blancos y erguidos..., y cuando llego a casa, por la tarde, experimento un
suspiro de alivio.
Una vez que llego a Ndim, encuentro a chicos y chicas de nuestras
escuelas medias y Liceo. Muchos de ellos provienen de las escuelas de Ndim y de
Bossentele, y ahora están de vacaciones. Tenemos una reunión con sus padres y
los alumnos para discutir y tomar disposiciones para el comienzo del año
escolar. Este año habrá una novedad: estamos construyendo un FOYER, un pequeño
centro con dormitorios, cocina y servicios para ellos. Y, a pesar de la
guerra... los trabajos continúan. Habrá también un embalse para la recogida del
agua de las lluvias, para regar el huerto...
Después de la reunión con los alumnos y sus familias, otro encuentro
con el personal de las Cajas de Ahorro. Además de la de Bozoum, hay otras
cuatro oficinas: una en Bozoum, y otras tres en Koui, Ngaundaye y Ndim. En este
período las actividades están suspendidas... aunque vamos poco a poco y
discretamente. Fui también a Ndim para solucionar el problema de la oficina de
Ndim, que había sido saqueada en marzo por los rebeldes... Gracias a la
generosidad de amigos de Italia, de Praga y de otras partes, hemos conseguido
recomponer el fondo de los depósitos de la gente de Nadim, y queremos
reembolsarles el dinero, suspendiendo por algún tiempo las actividades...
Vuelvo a Bozoum por la tarde: el viaje, bien, no ha llovido y las
carreteras y los puentes están cada vez peor...
Pero vamos adelante. En estos días me ha venido a mano una bella frase
de Juana de Arco. Los jueces buscaban hacerla caer en alguna trampa, pero esta
chica de diecisiete años tenía en sí una sencillez y la fuerza de la Verdad. Le
preguntaban por qué había batallado si creía en Dios. ¿No puede Dios ganar la
guerra con su fuerza? Juana responde: "Hay que batallar para que Dios
conceda la victoria". ¡Es una frase perfecta, con el trabajo del hombre
que es condición del empeño de Dios!
Esperamos y rezamos para que también Centro África pueda reponerse.
Aquí con frecuencia se dice: "Nzapa a yeke" (Dios existe) Es verdad,
pero no podemos quedarnos con las manos sobre manos esperando que él haga lo
que debemos hacer nosotros...
Mientras tanto... quien quiera puede echar una mano a Centro África
firmando esta petición aquí:
http://www.avaaz.org/it/petition/Appello_urgente_per_il_Centrafrica_1/?email
¡Y que Dios nos ayude! ¡Pero echémosle una mano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario