La rebelión
que había comenzado en diciembre, llegando en Navidad a las puertas de Bangui, ha
continuado la guerra, conquistando
ciudad tras ciudad, en contra de un estado inexistente y un ejército desarmado y
sin motivación.
El viernes,
después de haber conquistado Bossangoa (a 120 km de Bozoum...) han marchado hacia
la capital, Bangui, que han invadido el domingo... con los acostumbrados saqueos
y violencias, que están echando por
tierra el poco tejido económico: casas saqueadas, empresas, negocios, misiones y
parroquias, sedes de la ONU y de la UNICEF...
Y la cosa
continúa... Y el futuro es muy incierto. O mejor, es desgraciadamente casi
seguro que las violencias y la miseria aumentarán...
En estos
días de Pascua, nos consuela leer cómo Dios razona con otros parámetros... Jesús
es fuerte no por la violencia... Dios es potente no gracias a las armas, sino
gracias a la cruz, que ha querido y escogido para salvarnos.
El domingo,
en la misa, después de la comunión, la coral cantó: "Aye so kwe Gb ya a sala, e
gonda Gbya", que quiere decir: "¡Por todo lo que el Señor ha hecho, alabamos al
Señor!" Y la gente cantaba con entusiasmo, agitado las palmas...
Y ahora
este tiempo puede ser aún un tiempo de gracia, que crezca en la fe, en la
caridad (también acogiendo a cuantos han tenido que escapar...) y en la
esperanza.
¡Feliz
Pascua a todos!
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